La unión entre Julius Randle y Minnesota Timberwolves nació muerta. El movimiento iba más de deshacerse del contrato de Karl-Anthony Towns que de obtener los servicios del ex de los Knicks. Por lo que todo apuntaba a que, a pesar de la opción de jugador que tiene para este verano, sus caminos se separarían tan pronto acabase la temporada. Ahora, con los Wolves en buena racha y Randle rindiendo en consonancia, puede que las cosas hayan cambiado.
«Me encantaría [quedarme en Minnesota]», cuenta en la sesión de entrenamiento de esta mañana. «La organización ha sido impresionante de arriba a abajo. Amo jugar con estos chicos en este equipo. Mi familia y los niños se están adaptando muy bien a la ciudad».
Los diferentes escenarios de Julius Randle
Desgraciadamente para Randle, su continuidad muy probablemente no dependa de lo que haya sucedido en la temporada regular. Sino que sus playoffs se mirarán con lupa. El ala-pívot tiene cierto historial de deshincharse en el momento más caliente de la temporada. Principalmente porque sus virtudes quedan diluidas en un juego que se vuelve mucho más físico y que obliga a una velocidad en la toma de decisiones de la que Randle tradicionalmente ha carecido.
Los otros dos factores que entran en juego son: la casi obligatoria rebaja que tendría que sufrir su contrato para encajar en el medio plazo y la nueva propiedad. Alex Rodriguez y Marc Lore por fin son los propietarios de los Timberwolves a todos los efectos. Y, aunque hasta ahora no lo fuesen de forma definitiva, las decisiones tomadas en los últimos años sí van en consonancia con su ideario. Entre ellas, la llegada de Julius Randle.
«Tim Connelly y el equipo ejecutivo han sido increíbles. A-Rod me ha dado también todo su apoyo. Me encanta estar aquí», dice Randle ignorando que quizás los planes de la franquicia no pasen por su renovación. Sea como fuere, lo que a inicios de temporada parecía una pareja imposible, está dando sus frutos por encima de lo esperado. Prueba suficiente para entonar aquello del nunca se sabe.
(Fotografía de portada de Ron Chenoy-Imagn Images)
Los Dallas Mavericks están a una sola victoria —o derrota de los Phoenix Suns— de asegurar su plaza en el torneo play-in. Una posición en la que no esperaban estar los de Texas tras jugar las Finales de 2024, pero a la que han tenido que adaptarse a causa de los numerosos problemas físicos que han afectado a la plantilla, así como al traspaso de Luka Doncic.
Además de asegurar el futuro a largo plazo de la franquicia, uno de los motivos por el que Los Angeles Lakers pusieron sobre la mesa a Anthony Davis fue por la insistencia de este de no jugar como pívot y de tener a otro compañero en la pintura. Ahora en Dallas, Davis ha visto como el técnico Jason Kidd le ha concedido este deseo.
«Diría que vamos a tener ventaja la mayoría de las noches», declaró Kidd sobre el emplear a Davis como ala-pívot, según recoge el portal Mavs.com. «Eso va a crear una ayuda defensiva o, si prefieren la defensa individual, un missmatch que podemos ganar. Siempre ha querido jugar de ala-pívot y el plan es mantenerlo de ala-pívot […] Tiene un talento especial porque puede defender las cinco posiciones, así que creo que ponerlo como ala-pívot, ofensiva y defensivamente, nos da una ventaja para ganar».
Pese a cumplir el capricho de Davis, Kidd aclaró que el éxito colectivo está por encima del deseo del jugador y que Davis podría jugar minutos como ‘5’ en momentos concretos, según el escenario y el rival. «Al final, queremos que nuestros mejores cinco jugadores ganen el partido, así que eso, a veces, puede significar que lo desplace al puesto de pívot».
(Fotografía de portada de Jeremy Reper-Imagn Images)
Esta ha sido una camada de rookies extraña. Ya avisaban los conocedores de todo lo que precede al Draft de que se trataba de una clase algo floja. Encabezada por un Zaccharie Risacher y un Alex Sarr lejos de las expectativas con las que llegaron, por ejemplo, Victor Wembanyama y Scoot Henderson un año antes.
Ellos no tienen la culpa de representar a un grupo de novatos decepcionante y, de hecho, se han mostrado como jugadores muy capaces lejos de los focos de los grandes prospects. Ahora, con las votaciones por el Rookie del Año al borde de la esquina, ambos están en posición de luchar por él. Y Sarr se ve con posibilidades. «Definitivamente, pertenezco a esa conversación», cuenta vía telefónica al Washington Post. «No depende de mí. Mis partidos y estadísticas están ahí fuera».
Lo cierto es que Sarr ha ido refinando su juego desde el inicio de la temporada, cuando su alto volumen al triple y como alergia a la pintura absorbían todo el discurso. El francés ha encontrado cierto balance con el discurrir de los partidos y ahora es el segundo máximo anotador (tras Stephon Castle), quinto mayor reboteador y segundo máximo taponador de la clase de rookies.
«He estado mejorando continuamente durante la temporada y estoy acabándola muy bien», remata. Ahora mismo Sarr está tercero entre los favoritos de las principales casas de apuestas y el ranking que hace la propia NBA.
(Fotografía de portada de Daniel Kucin Jr.-Imagn Images)
Los Atlanta Hawks tienen asegurada su plaza en el torneo play-in, por lo que están empleando el tramo final del curso en desarrollar a sus jóvenes y trabajar la química del equipo.
Esto les ha supuesto algún que otro tropiezo de más en las últimas semanas que amenaza con hacerles caer hasta la novena plaza de la clasificación, lo que supondría ganar dos partidos para jugar los playoffs. Sin embargo, en el seno de la organización no temen este desenlace, pues creen que este escenario les ayudará a obtener una valiosa experiencia en el futuro.
De forma concreta, el técnico Quin Snyder se está centrando en la cohesión de su juego exterior con el objetivo de diversificar sus opciones más allá y alrededor de Trae Young. «[Trae] se siente más cómodo y agresivo lanzando el balón hacia adelante y permitiendo que sus compañeros ataquen el aro en transición», declaró el técnico de los Hawks, según recoge el periodista Jake Fischer para NBA.com.
El propio Young confirmó las palabras del entrenador y aseguró que así dificultan las tareas defensivas de sus rivales. «Hay un mayor espaciamiento en la cancha», coincidió el base. «Y eso hace que mi defensor tenga que decidir entre hacer la ayuda o marcarme a mí».
Young es la pieza central y a su alrededor han ido eclosionando jóvenes como Jalen Johnson —hasta su lesión—, el dos veces Novato del Mes Zaccharie Risacher o Dyson Daniels, sólido candidato tanto para el premio al Jugador Más Mejorado como para los All-Defensive Team. Por ello, en Atlanta no corren el riesgo de ser un proyecto estancado y se muestran muy esperanzados con su futuro.
«Creemos que podemos impulsar a este equipo hacia un anillo algún día», declaró Daniels. «Cuanto más juguemos juntos, más química desarrollaremos, más experiencia adquiriremos y más partidos ganaremos».
(Fotografía de portada de Brett Davis-Imagn Images)
Los Portland Trail Blazers extenderán el contrato de Joe Cronin, su presidente de operaciones, de forma multianual. Como suele ser costumbre dada la opacidad de estas operaciones, no se ha revelado precio ni años de extensión. Cronin finalizaba contrato este verano y, tras una temporada positiva en Oregón, han decidido seguir confiando en él.
Portland llegaba de varias temporadas muy negativas. Incluso antes de la marcha de Damian Lillard. Movimiento en el que Cronin ya tomó parte como mandamás de la dirección deportiva. Este curso, a falta de tres partidos, ya han sumado 35 victorias. Que representan 14 más que el curso pasado.
Portland Trail Blazers general manager Joe Cronin has agreed to a multiyear contract extension with the franchise, sources tell ESPN. Blazers have 35 victories, a 14-win improvement so far – and are 22-16 since Jan. 19 while ranking top-5 in defensive efficiency during that span. pic.twitter.com/gVnc8KSHXD
Su principal movimiento fue la adquisición de Deni Avdija de los Washington Wizards. Además de la elección de Donovan Clingan en el Draft. Con esta evolución, se espera que los Blazers se muevan en verano para dar el siguiente paso. Todo apunta que con Chauncey Billups corroborado en su banquillo.
La escalada de Joe Cronin
Cronin lleva más de 19 años en la organización, fue ascendido a asistente del general manager desde 2021 y sustituyó a Neil Olshey en su actual puesto en 2022.
El cambio siempre produce dudas y Adam Silver las despertó toda hace un par de semanas. Con la presentación de NBA Europa aparecieron creyentes e incrédulos. Sobre todo por lo que implica para el actual panorama del baloncesto europeo que la Euroliga ha dominado desde hace 25 años. Deni Avdija, que creció en las inferiores del Maccabi Tel Aviv y llegó a jugar en la máxima competición continental, conoce de sobra la competición. Sus virtudes y defectos. Y no termina de tenerlas todas con este nuevo proyecto.
«No quiero profundizar en la idea», arranca en declaraciones a Toni Canyameras paraMundo Deportivo. «Simplemente estoy feliz de que el juego se esté expandiendo y sólo espero que no vaya a arruinar nada en Europa».
Avdija está protagonizando un tramo final de temporada espectacular que le ha dibujado como el líder de los Portland Trail Blazers. Pero por mucho que se haya adaptado a la perfección al estilo de baloncesto de la NBA, el israelí reconoce las bondades de la máxima competición europea.
«Hay algunas cosas auténticas en Europa que no quieres quitar y sólo espero que vaya a traer más público pero la competición vaya a seguir siendo la misma competición. reo que definitivamente puedes mejorar la Euroliga y cómo la liga se juega. Pero sólo espero que, pase lo que pase, no vaya a causar ningún caos», zanja Advija sin especificar muy bien a qué se refiere pero dejando caer que esto podría provocar un cisma con las tradiciones del baloncesto al otro lado del charco.
(Fotografía de portada de Matt Marton-Imagn Images)
Los Florida Gators son los campeones de la NCAA en 2025 y no porque su ataque haya brillado en la Final Four como lo hizo durante toda la temporada universitaria. Haciendo bueno el dicho que asegura que ‘las defensas ganan campeonatos’, anoche se aplicaron como nunca para levantar una desventaja de hasta 12 puntos contra Houston y terminar venciendo por 65-63 merced a una última jugada defensiva que ya es historia de la universidad del este de Estados Unidos.
La jugada decisiva llegó con pocos segundos por jugar y con Florida dos puntos arriba. Los Cougars tenían el balón y el entrenador de estos le daba el balón a Emanuel Sharp para lanzar un triple que les diese la victoria. La pelota le llegó, pero no contaba con el al levantarse tendría a Walter Clayton Jr. encima y presto para taponarle. Visto el panorama Sharp optó por soltar el balón con 4.2 segundos en el electrónico esperando a que algún compañero lo recogiese. Sin embargo, fue Alex Condon, de los Gators, quien estuvo raudo y veloz para lanzarse al suelo y hacerse con la posesión. Game over.
«Estaba pensando en qué hacer, si debía intentar hacerme con el balón y dejar a mi hombre. Una vez que (Emanuel Sharp) retrocedió un poco e intentó defender a Walt, me di cuenta de que no iba a recuperar el balón, así que me lancé con todas mis fuerzas y lo atrapé. Fue genial», comenta Condon sobre la determinante acción que vemos a continuación.
En cuanto a las actuaciones individuales más allá e la jugada subrayada, Florida contó con 18 puntos y 8 rebotes de Will Richard, mientras que el propio Condon aportó 12 punto y 7 rebotes, números a los que añadió hasta 4 robos. Por parte de Houston el máximo anotador fue L.J. Cryer con 19 tantos.
Cruce de estilos
Así es. En un partido que se anunciaba como una batalla de estilos entre el ataque de Florida y la defensa de Houston, fueron justo los primeros los que se aplicaron para cerrar su aro y terminar cantando victoria.
Los datos no engañan. Si los Cougars perdieron solo cuatro balones en 36:35 minutos de partido, en el tiempo restante lo dejaron escapar en hasta cinco ocasiones, incluyendo tres en el último minutos. Tan bien estuvieron los Gators en defensa como para tener a su rival sin anotar en hasta nueve posesiones consecutivas.
Sí, has leído bien. Los Denver Nuggets han despedido a Mike Malone apenas dos semanas antes de comenzar los playoffs. En un movimiento aún más sorprendente que el cese de Taylor Jenkins hace un par de semanas. El equipo suma cuatro derrotas consecutivas a pesar de marcar cuartos en el Oeste. Por lo que se le ha comunicado el despido en una reunión matutina.
A su vez, la marcha de Malone viene acompañada del despido de Calvin Booth, general manager de la organización desde 2022. David Adelman, hasta ahora asistente, será el entrenador interino del equipo para lo que queda de liga regular y postemporada.
BREAKING: The Denver Nuggets have fired coach Michael Malone, sources tell ESPN. pic.twitter.com/bZoKRx6kgt
Malone, el entrenador más ganador de la historia de los Nuggets (59% de victorias) y el que les dio su único anillo en 2023, se va como el cuarto técnico más longevo en un equipo NBA tras Popovich, Spoelstra y Kerr. Nikola Jokic no conoce a otro técnico en su carrera NBA, desarrollando con él una relación estrecha durante los últimos diez años.
En las dos últimas temporadas, Malone ha hecho público su descontento con la gestión de Calvin Booth y el resto de la gerencia. Quienes han permitido la marcha continuada de jugadores importantes como Kentavious Caldwell-Pope, Bruce Brown o Jeff Green trayendo solo a Russell Westbrook como compensación. Ahora ambos están fuera por lo que parece obra y gracia de Stan y Josh Kroenke. Padre e hijo dueños de la organización. Josh, el que realmente toma las decisiones en el día a día, ha emitido un comunicado al respecto:
No es de mi agrado comunicar que anunciamos el cese de Michael Malone de sus labores como entrenador jefe de forma inmediata. David Adelman será el entrenador lo que resta de temporada.
La decisión no se toma a la ligera y ha sido delicadamente evaluada. Lo hacemos con la intención de darle al equipo la mejor oportunidad para competir por el campeonato de la NBA 2025.
Mientras el momento de la decisión es desafortunado, ya que el entrenador Malone ha ayudado a elevar la fundación de nuestro proyecto aspirante, es un paso necesario para permitirnos competir al máximo nivel ahora mismo. Nuestro objetivo sigue siendo el campeonato y, mirando al futuro, esperamos crecer sobre lo construido por el entrenador Malone en sus diez años al frente del banquillo.
No hay palabras para agradecer apropiadamente sus contribuciones desde que se sumó en 2015. Todo nuestro respeto por su exitosa década en la historia de los Nuggets, asentando el récord de victorias de la franquicia y dándonos nuestro primer anillo.
[…]
También quiero agradecer a Calvin Booth por liderar nuestra ‘front office’ en los tres últimos años y, sobre todo, ayudarnos a poner las últimas piezas de la plantilla que le dio a Denver y sus aficionados su primer título de la NBA. Su conocimiento del juego, su pasión por el scouting y su larga carrera como jugador y ejecutivo nos ayudó a elevarnos hasta nuevas cotas. Estamos muy agradecidos por los ocho años que ha pasado en los Nuggets y su figura como el primer GM campeón con la franquicia será honrada por años.
Según apunta Chris Haynes, tanto Malone como Booth no pudieron llegar a un acuerdo para sus renovaciones antes del inicio de la actual temporada. El gerente, de hecho, finalizaba su actual contrato al final de la temporada. El de Malone finalizaba en 2027 después de firmar su extensión tras el anillo de 2023.
Como dato curioso, el despido empata al de Hubie Brown en 1981 de los Atlanta Hawks como el más tardío de la historia dentro de una temporada.
(Fotografía de portada de John Hefti-Imagn Images)
Jaylen Wells dejó con un escalofrío en el cuerpo a todos los presentes en el Spectrum Center. El novato sufrió una durísima al recibir una falta de K.J. Simpsons mientras hacía un mate, falta que lo desestabilizó por completo, le impidió agarrarse correctamente al aro, y le hizo sufrir quizás el accidente más grave de lo que llevamos de temporada.
Fueron muchos los minutos que Wells permaneció en el suelo incapaz de moverse, generando una importante tensión en el pabellón. El jugador tuvo que ser retirado en camilla, momento en que la afición de los Hornets le dedicó una ovación de despedida en un deseo de que lo presenciado no fuese a mayores.
No obstante, todo apunta a que esta acción ha sido el punto y final para la temporada su temporada de rookie. Shams Charania, periodista de ESPN, ha informado de que el jugador está consciente y con movilidad en todas sus extremidades, pero ha sufrido una rotura de muñeca que le impedirá volver a jugar durante un periodo prolongado de tiempo. Asimismo, sigue con dolor en la cara, en la mandíbula y en la espalda según él mismo ha dicho a los médicos en el hospital.
«Es muy duro. Yo le di el pase y ni siquiera vi qué pasó porque me giré para celebrar la jugada. Y de repente, cuando llegué a su lado lo primero que vi fue sangre y se me revolvió el estómago» afirmó su compañero Ja Morant. «Tenemos que estar con él».
Candidato al ROY
Wells pone fin a su temporada promediando 10,5 puntos, 3,4 rebotes y 1,7 asistencias por partido. Estos números, sumados a su gran rendimiento defensivo, hacen de él uno de los candidatos a ser elegido Mejor Rookie del Año, y todo apunta a que será también elegido en el mejor quinteto de novatos, confirmando su gran primera experiencia en la NBA.
(Fotografía de portada: Alonzo Adams-Imagn Images)
A los Golden State Warriors les empieza a pasar como a Rayo McQueen, que tras volar a ritmo de fast lap para recuperar la vuelta perdida, aflojan una vez alcanzado el pelotón y encaran la recta final morro a morro y hombro con hombro para empapar de emoción la photo finish.
Sólo han perdido tres partidos desde el All-Star Weekend, pero dos de ellos han venido en las cuatro últimas jornadas.
Anoche jugaron sin Stephen Curry, cuyo susto mortal tras caída letal quedará en una dolencia pasajera que, según el técnico Steve Kerr, le permitirá incorporarse a la expedición «en algún momento» de su gira de seis partidos en carretera.
Con Curry fuera y en casa de los Atlanta Hawks, nos quedamos sin duelo de bombarderos y Trae Young no tuvo con quien medirse, dedicándose, pues, a lo que mejor sabe: repartir juego a una escala formidable. Y los de Georgia, con un primer cuarto de libro (23-40), dominaron a su oponente de cabo a rabo para sumar su séptimo triunfo en los diez últimos partidos (115-124).
Salida en tromba de Atlanta
Empezaron los Warriors mandando en el marcador con un triple de Brandin Podziemski (19 puntos y un 5 de 8) que fue titular por la baja de Steph. Pero hasta el reinado de Luis Felipe de Braganza duró más.
Ese 3-0 fue su primera y única ventaja en toda la noche. Los Hawks se pusieron 6-3 con un 2+1 del rookie Zaccharie Risarcher y ya no cedieron el liderazgo en todo el partido, llegando a alcanzar una renta máxima de 22 puntos que al final los visitantes maquillarían.
Desde 1991
Pasados seis minutos del primer cuarto, Dayson Daniels realizaba el primero de sus tres robos de la velada, sustrayendo literalmente el balón de las manos a Draymond Green atacando el punto ciego retaguardia en el poste alto, y cruzando la cancha para culminar él mismo el contraataque.
Y es que Daniels se hacía viral hace unos días con el dato que lo certificaba como el mejor ladrón de la NBA en los 15 últimos años, con un buen puñado de partidos todavía por delante para seguir incrementando su cifra total de robos.
Nadie ha promediado 3 robos por temporada, como está haciendo Daniels, desde tiempos de Alvin Robertson en 1991, era dorada de grandes defensores a salto de mata (Stockton, Jordan, Payton, McMillan, Ray Richardson).
Y ahí, con esa acción entró el encuentro en su primera ruptura. Del 16-19 se pasó al 16-30.
El quinteto al completo de Atlanta había salido enchufadísimo, pero no es fácil mandar a estos Warriors a la lona y trataron de reponerse durante el segundo cuarto, liderados por un Jimmy Butler que fue, de largo, el mejor jugador de los suyos. Pero aún así, llegaron al descanso 12 puntos abajo.
Circulación, transición y acierto exterior
«¡Defensa!», respondía Onyeka Okongwu en el canutazo del intermedio cuando le preguntaron cuál era su estrategia para la segunda mitad.
Pero no fue la defensa sino su portentoso acierto en ataque lo que les hizo correr hasta la victoria.
Con un porcentaje global en tiros de campo digno de Tyson Chandler (57%) se impusieron en el toma y daca a unos Warriors a los que poco o nada se les puede reprochar en su desempeño ofensivo, y más sin su point guard estrella.
Su 46,4% en tiros de campo y 42% en triples fue inerte en términos de lograr el triunfo porque su capacidad para frenar a Atlanta, sencillamente, no estuvo a la altura. La protección de su pintura, que destaca por ser la segunda mejor de toda la NBA a pesar de su inclinación al small ball, no estuvo a la altura de su fama.
Okongwu y Niang, por todo el frente
Los Warriors son, tras OKC, el conjunto que menos puntos recibe en la botella (45,7), pero ayer los Hawks, con un Onyeka Okongwu que está eclosionando en el gran elemento interior que se esperaba cuando fue seleccionado en el pick 6 del Draft 2020, les hizo un brutal roto, y apunta a ser un socio mucho mejor y más versátil de Young de lo que fuese el prime de Clint Capela.
Pero el yugo vino por todo el rectángulo y no sólo por dentro. Y si nada más arrancar el tercer cuarto los Warriors se ponían a seis tras sendos triples de Post y Podziemski, los Hawks de inmediato respondían con uno de Daniels, pero que pronto cedería el protagonismo desde esta distancia a un sólo jugador: George Niang.
El de Massachusetts encestó todos sus seis triples en la segunda mitad.
Dieciocho puntos que fueron básicos para mantener a raya el azuce de GSW por engancharse al marcador, pero que finalmente, y a pesar de aguantar Kerr a sus titulares en cancha hasta el final, tuvieron que resignarse y aceptar la derrota ante un rival que sencillamente fue mejor.
Jugadores destacados
Hubo varios nombres propios en el encuentro, en particular estos cuatro.
Jimmy Butler
Los Warriors presentan un balance de 7-3 sin Curry esta temporada, por lo que no vale parapetarse en él como excusa. Dicho lo cual, tampoco se le puede achacar nada a la otra gran estrella de la plantilla (no es Draymond Green).
Jimmy Butler hizo todo lo que estuvo en su mano, y muestra de ello es que terminó con un net rating positivo de +11. Luchó en la pintura, donde sumó varias canastas de mérito, repartió juego e imprimió ritmo e intensidad al duelo siempre que pudo.
Terminó con 25 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes y un robo.
Onyeka Okongwu
Está a punto de pasar al siguiente nivel como jugador, y en sólo 26 minutos de media esta temporada no hay dudas de la amplitud de su repertorio, tanto para anotar y rebotear como para asistir y generar, elevando sus prestaciones casi desde cualquier coordenada.
Partido brillante el suyo con 22 puntos, 12 rebotes, 6 asistencias y 2 tapones.
Trae Young
Práctico y comedido. El mejor piropo que puede recibir. Porque cuando juega así, sin excesos de confianza, es cuando más suma. Priorizando el pase a la ejecución. 25 puntos, 10 asistencias y 5 rebotes.
Moses Moody
Fracasa por ahora Kerr en el reto de reubicar a un Jonathan Kuminga que resta en lo colectivo más de lo que suma en su espléndido despliegue atlético e individual. Lo que está claro es que en estos momentos, el entrenador ve a Moody una pieza prioritaria para mantener estable su quinteto titular.
Mientras Kuminga sumó 16 puntos pero con un -18 de net rating, Moody se quedó en un -2, y una hoja estadística de 20 puntos, 5 asistencias y 7 de 13 en tiros de campo.
Estadísticas clave del partido
El control del rebote. Fundamental fue la tasa de acierto en el tiro, sí, pero también terminó de decantar la balanza los ocho rebotes más capturados por los Hawks, cuatro de ellos ofensivos. Fue la vía por la que los de Quin Snyder equilibraron el número total de posesiones por equipo, compensando así su mayor número de pérdidas (16 a 10).
Huella en la pintura. Lo mencionamos antes en el cuerpo de la crónica. Los 44 puntos en la pintura de los Warriors por los 60 de los Hawks, además de atípicos resultaron determinantes. El pick and roll de Young, las transiciones de Danyels y Risarcher, las penetraciones de LeVert y el poderío de Okongwu. Todo operó a las mil maravillas bajo los tableros de GSW.
(Fotografía de portada de Brett Davis-Imagn Images)